domingo, 11 de abril de 2010

Continuación 8.0

Hoy me he levantado más tarde de lo habitual estos últimos días. A las 10:00. Me he permitido un pequeño capricho porque es fiesta, y porque anoche estuve leyendo hasta las 5:00 de la mañana. Ya me quedan unas 40 páginas del libro. Anoche entre que estaba enfrascado en la lectura y no tenía sueño, me dieron esas horas. El próximo libro que voy a leer es “Un mundo feliz” a la vez con alguien muy especial para mi, pero creo que me va a dar tiempo de leerme otro libro antes, no se, hoy cuando chateemos se lo preguntaré.

Hoy hace una semana que empecé con este blog, así que estoy de “semanaversario”. Bueno, Word no ha reconocido la palabra. Es normal, me la acabo de inventar, pero no suena mal ¿A que no?, sobre todo para alguien que siempre que empieza una cosa la deja a los tres días. Hoy os voy a contar por ejemplo por qué dejé proyecto hombre. Una de las causas primordiales es que estaba cansado de tanto limpiar. Pero la verdadera causa fue que yo estaba en Antequera en el piso que posee la asociación porque tenía el permiso de conducir retirado en aquel año y no podía ir y venir todos los días. Aquello suponía un gasto extra todos los meses que la verdad, nos venía muy mal a mi familia, pero lo íbamos sacando. Lo peor de todo es que ellos utilizan un sistema de, digámoslo así, represalia, que consiste en tener a todos los habitantes del piso sin poder hacer actividad alguna, excepto la consabida limpieza. El resto del día lo pasábamos callados, sentados, mirando las musarañas, sin articular palabra. Así estuvimos tres meses. En la propia asociación también estuvimos así, sin comunicarnos entre nosotros un par de meses. Mentalmente me agotó. No me acuerdo que nombre le ponían a tal situación. Lo único que sé es que los que vivían en su casa sólo lo aguantaban el rato que estaban en la asociación. El resto del día se iban a sus respectivas casas y se podían comunicar con sus familiares y/o amigos. Pero los que convivíamos en el piso, teníamos el resto del día para estar en el más absoluto de los mutismos. Una vez lo aguanté, pero cuando en agosto empezaron otra vez con las restricciones y las amenazas, a darse otra vez la situación antes mencionada, no pude más y me escapé. Me fui andando puesto que no tenía un duro y Antequera dista de Lucena 50 kilómetros. Cuando llevaba andados unos 5 kilómetros, me acerque a una fábrica y entré a su oficina, pidiendo permiso para hacer una llamada. Me la concedieron y llamé a mi madre para que se pusiera en contacto con alguno de mis tios y viniera por la carretera a por mi, que yo iba caminando hacia Lucena. Al rato apareció con mi primo Álvaro en un coche. Ese fue el fin de mi periodo en proyecto hombre. Ya os contaré mis desventuras allí, pues tengo material para escribir de sobra.

Hoy he escrito nuevamente en el otro blog. Me ha salido un relato sucio, en la línea más underground, nada apto para mentes sensibles. Tampoco es nada del otro mundo. Es uno más de los estilos que voy probando. La verdad es que en ese estilo me siento muy suelto. Pero ni por un asomo me voy a quedar en lo cómodo. Voy a seguir puliéndome, seguir trabajando, no tengo otra cosa que hacer que leer y escribir, y eso es lo que tengo pensado hacer. Bueno, intercalado con andar y hacer ejercicio, que ya me queda menos para empezar ese propósito, el de andar. El lunes empiezo. El domingo seleccionaré una buena colección musical para ir bien acompañado en mis largos paseos, ya que mi médico de cabecera me dijo que tenía que andar unas horas al día para bajar el colesterol. No es que lo tenga por las nubes, pero el tope es 220 y lo tengo a 240. Me ha dado hasta el final del verano para bajarlo por mí mismo. Si no, tendrá que recetarme más medicinas, y la verdad, con las que tomo ya voy sobrado. De lo que se trata es de ir bajando, no de lo contrario. En fin, como pienso seguir dándole a esto del blog, dentro de 6 meses ya veremos.
Estoy escuchando un disco buenísimo de una banda que no había oído en mi vida. Son la pera. La verdad es que todo lo que conozco en el blog donde los he descubierto son “joyitas”, tanto en música como en cine. El blog no tiene desperdicio. Por si queréis conocerlo pinchar el siguiente enlace. Por cierto, la banda se llama “Alcest”, de todas maneras, al final de la entrada pensaba ponerlo, como todos los días.

Esta semana santa me ha toreado mi primera ex. Se supone que mi hija debería estar la mitad de las vacaciones conmigo y ha estado el domingo desde las 16:30 hasta el lunes a las 14:30, el martes desde las 8:10 hasta el miércoles a las 18:30 y mañana sábado me la trae por la tarde hasta el domingo a las 20:00. Un desastre. Y lo peor es que no me puedo quejar. Luego en verano debería estar un mes completo conmigo y el año pasado ha sido cuando más tiempo ha pasado, que ha sido dos semanas. No he de pensar en ello, pero me fastidia. No se lo que es ser padre. Hace un mes enseñé a mi hija a estudiar y no sirvió para nada lo que yo le expliqué, porque ella sigue haciéndolo a su manera. Hoy en día que el matrimonio dura menos que un estornudo, deberíamos revisar el rol que tomamos el padre cuando ocurre una separación. La justicia le concede la custodia a la madre porque sí, porque considera que hay un vínculo entre madre hijo más fuerte que entre padre hijo. Yo conozco muchísimos casos en que la madre es penosa. Y eso sin salir de Lucena, que es una ciudad que tendrá censado unos 37000 habitantes. Lo ideal es la custodia compartida, pero cómo crecería el hijo, dividido supongamos que semestralmente entre dos casas. Y si en cada casa se ha formalizado una familia, aun peor para el niño. Por eso los padres hemos de claudicar y jodernos. Aunque muchas noches lloremos pensando que es una injusticia, pensando todo el tiempo que estamos perdiéndonos junto a nuestros hijos. Para colmo de males, si no tenía bastante con una hija, tuve otro. En él volqué todas mis esperanzas para poder educarlo, para en una palabra resarcirme de lo que no había podido disfrutar con mi hija. ¿Y qué me depara el destino? Llevárselo cuanto más lejos mejor. El vive en Durango (Bizcaia). Si busco la distancia que hay entre Lucena y Durango en Google Maps, me sale 859 kilómetros por la ruta más corta. A esa distancia tengo un trozo de corazón. Pero no quiero ponerme triste, ya tengo más que asumido todo esto, se ve que no me correspondía ser padre y me lo han puesto fácil.

Bueno, por hoy creo que está bien y como siempre se despide este vuestro seguro servidor
AJJ

Música que he escuchado mientras elaboraba esta entrada:

Alcest - Écailles de Lune (2010)
Havalina - Junio (2008)

No hay comentarios:

Publicar un comentario