viernes, 11 de junio de 2010

Bozal para mi perro



Hoy he ido a ingresar la manutención de mis respectivos hijos, y cuando terminé de hacerlo, como me sobró un par de euros, decidí hacer un estudio de campo. Me fui a uno de los barrios más obreros de mi ciudad y me metí en el bar más cutre que encontré para observar lo cotidiano de allí. Me encontré el bar lleno a las doce del mediodía, algo que no me extrañó porque como todos sabemos hay más de cuatro millones de parados y allí habría más de una docena de ellos. Como soy jugador patológico en rehabilitación, lo segundo que observé fue la máquina tragaperras. En ella había un trabajador de una empresa de limpiezas local que había hecho un alto en su jornada laboral para echarse un par de cañas y de paso perder sus buenos euros en la tragaperra. Era el único trabajador aparte del camarero, como es obvio, y estaba en un bar jugando a las maquinitas. Así nos va. Me senté en un taburete a un lado de la barra y pedí un bitter kas. Como no tenía, pedí una tónica. Tónica siempre hay para los gin tonics. Bitters son más difíciles de encontrar en según que locales.

Los que tenemos inquietudes literarias somos muy observadores de todo lo que nos rodea, y como en este santo país la gente tiene la jodida costumbre de hablar a grito pelado, pues me enteraba de todas las conversaciones aunque no quisiera. A pesar de la crisis, como va el país, como va el mundo incluso, el inminente recorte en prestaciones sociales, el próximo fin de la ayuda de los cuatrocientos euros, la rebaja en los sueldos de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la crispación de todos los países por la situación de España, que todos nos están dando la voz de alarma, a pesar de todo eso y más cosas que me dejo en el tintero, allí no se hablaba una palabra al respecto. Las conversaciones giraban en torno a la santería, a la caza, a los perros, a los caballos, a que mi coche tiene no se cuantos caballos de potencia y coge los cien en 6 segundos, a que el mío chupa menos gasolina que el tuyo, a que eso es imposible porque el mío es diesel, jajajajajajajajajaja, que bueno….

El remate total fue el comentario de uno de los parroquianos a un debate que había en la televisión sobre los peligros de los perros y los recientes casos sobre las mordeduras sufridas por unos niños. En vez de arremeter contra los dueños de los perros por no tenerlos con bozal, como indica la ley, dijo que se va a esperar de un perro que tiene una presión de 6 kilos en un bocado, la culpa es de los niños por jugar al lado de los perros, yo a mi perro no le pongo bozal porque no me sale de los huevos, más de un millón de perros que hay en España vas a controlar tu y cosas por el estilo. Si, así somos, egoístas por naturaleza, que se nos suda la polla la miseria de los demás, y si la vemos por la tele, es para sentirnos mejor porque alguien está peor o igual que nosotros, no para solidarizarnos con ellos. Yo siempre me he avergonzado de ser español, es algo superior a mis fuerzas. Desde que tengo uso de razón y he comprendido lo que estaban haciendo a mi alrededor me sentía abochornado. No digo que en otros países sean mejores, quizás me deba avergonzar el ser humano. Ya escribí una entrada refiriéndome a las fronteras, que no creo en ellas, que no siento ni los colores ni la bandera ni la tierra ni el barro ni el miserable pedrusco que represente algo. Mis ideales son muy liberales, tanto que creo que carezco de ellos, pues no hay representación alguna con la que me sienta reflejado. Sé que no soy el único que pienso así, que hay muchos más, pero no alzamos la voz para hacernos oír, para que sepan que también existen personas que no predican con enseñas alguna, que su paradigma es su propia realidad y que su bienestar es que los dejen en paz.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu reflexión y comparto plenamente el parrafo final, yo también me arrepiento de ser español, quizás deberíamos empezar a cambiar cuentos por sueños, he aquí una joya que me encontré esta mañana en un estupendo blog de literatura:

    Cuentos

    "Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: que la cuna del hombre la mecen con cuentos, los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre... ha inventado todos los cuentos. Yo sé muy pocas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los cuentos... y sé todos los cuentos. Ahora estoy de regreso, he llegado hace poco, Soy nuevo en la ciudad... Y esto quiero decir: Me durmieron con un cuento... y me he despertado con un sueño. Es un sueño sin lazos, Sin espejos, sin anillos, sin redes, sin trampas y sin miedo".

    León Felipe

    ¿Qué, te apuntas a cambiar cuentos por sueños?...

    Besotes grandes observador!!!

    Xim

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  2. Conozco de sobra ese poema de Leon Felipe, de hecho es una enseña particular, y por supuesto que cambio cuentos por sueños, lo que no permito es que me cambien realidades por cuentos. Besotes salerotes

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