miércoles, 25 de agosto de 2010

Fundirme en ti



Ahora mismo estamos a miércoles ya pero para mí cuenta como si fuera martes y para estar la semana recién empezada he hecho una serie de descubrimientos la mar de potables. Musicalmente hablando gracias a mi blog he conocido a los Madrugada, Arab Strap, Jenny and Johnny, Silvert Hoyem, My Midnight Creeps, Philip Selway y Volcians que son todos la pera de buenos. Bueno, gracias a mi blog musical todos los días voy conociendo nuevos y no tan nuevos grupos musicales. Pero gracias al amor de mi vida, he conocido una película y de ahí una banda sonora que me ha llevado a conocer un cantante de un grupo que son la ostia en verso. Son ni más ni menos que The Frames. La película es una joyita indie, Once y el actor y cantante es Glen Hansard. Otra buena película que me ha mostrado es Lo mejor de mi. Otra gran muestra de cine independiente español.

Ahora mismo estoy recordando porque me gusta tanto el cine y porque carajo he dejado de verlo. Me encanta el cine por la sencilla razón de que puedes vivir vidas que no son tuyas, te muestran motivos que te son cercanos pero que no asumes como propios. A la vez su visionado te permite cuando lees un libro poder plasmarlo como si tuvieras una película en tu cabeza. El por qué ahora no estoy disfrutando de su visionado es muy sencillo, necesito un cómplice para luego poder dialogar sobre la película en si. Estas dos que me han recomendado como ya las han visto, mañana mismo las veré para así poder comentarlas posteriormente con mi niña.

Ahora mismo me siento raro. Me explico. Tengo la sensación de ser un furtivo, un fugitivo, un buscado por la ley, de hacer algo contrario a los dogmas éticos. Son muy fugaces y escasas las veces que nos vemos la mujer de la que estoy perdidamente enamorado y encima no puedo demostrar mi amor en estado puro. No se, tengo la sensación de que se me escapa por las manos el deseo. Juro que cuando la veo sólo quiero estrecharla entre mis brazos y me cuesta hasta mirarla porque me puede la pasión. El corazón no late, cabalga por sentirse abrumado con su contacto pero he de mantener las distancias por no meter la pata. Ante los ojos mundanos no somos más que amigos y tengo la puñetera sensación de que ese es mi jodido destino con ella. Hoy me ha costado la misma vida no besarla, cogerla del talle, acercarla a mi y posar mis labios con los suyos en un suave beso que se fuera alargando mientras nuestras respiraciones se fueran fundiendo en una sola. Os digo la verdad, me ha costado horrores frenarme. Esto no puede ser sano.

He estado releyendo lo escrito y me he fijado que he empezado los tres apartados de igual forma. Que repetitivo soy. En fin, tampoco busco el Cervantes con esto. Mi devenir no es que sea cuestión que dé para mucho. Mañana voy a intentar una cosa. Si me sale bien el experimento, ya os lo contaré en la entrada correspondiente. Hasta entonces, que seáis buenos y no os masturbéis pensando en los Reyes de España, que queda feo.

1 comentario:

  1. Te deseo un amor intenso, un beso eterno, pero no tan larga espera, como el amor en los tiempos del cólera...

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