viernes, 20 de agosto de 2010

M'accusez



Me acusan de que mis relaciones van a durar un suspiro. Me acusan de haber sido un borracho. Me acusan de haber ido de putas. Me acusan de haber jugado a las tragaperras. Me acusan de haber sacado dinero de la cuenta corriente destinado a pagos. Me acusan de haber dicho si cuando quería decir no. Me acusan de no ser consecuente de mis actos. Me acusan de no haberme muerto. Me acusan de no haber llorado lo suficiente. Me acusan de ser un mamarracho. Me acusan de ser infantil. Me acusan de ser ingrato. Me acusan de ser racista. Me acusan de ser un destroza matrimonios. Me acusan de ser vago. Me acusan de no saber nada. Me acusan de ser parcial. Me acusan de ser ateo. Me acusan de no pagar mis deudas. Me acusan de ser inmaduro. Me acusan de enamorarme con facilidad. Me acusan de tener la polla pequeña. Me acusan de tirarme pedos. Me acusan de decir verdades como puños. Me acusan de ser un desgraciado. Me acusan de ser un bufón. Me acusan de ser un perdedor. Me acusan de ir contra corriente. Me acusan de no profesar ideología alguna. Me acusan de tener pocos amigos. Me acusan de no predicar con el ejemplo. Me acusan de ser paciente. Me acusan de padecer muchos males. Me acusan de tener hijos. Me acusan por no llevar anillos. Me acusan por ser innecesario. Me acusan por ser hijo único. Me acusan por abusar de mi polla cuando me place. Me acusan de haber sido un cornudo. Me acusan de no ser celoso. Me acusan por no sentir dolor cuando al dolor físico se refiere. Me acusan por aguantar el dolor cuando es irremediable. Me acusan de tener suerte. Me acusan de ser feo. Me acusan de ser rebelde. Me acusan por ser transparente. Me acusan por padecer de mal de amores. Me acusan por querer a manos llenas. Me acusan por lamer coños. Me acusan por saber besar como nadie en este mundo. Me acusan por saber que te quiero con locura. Me acusan por ser sincero con el que me cae mal. Me acusan por dejar de dirigir la palabra a quien me ha dejado de interesar. Me acusan por no creer en barreras. Me acusan por cagarme en Dios. Me acusan por saber cocinar. Me acusan por sentir que cada vez estás más confusa. Me acusan por saber hacer las cosas bien. Me acusan por haber sido un mendigo en una parte de mi vida. Me acusan por escribir bien. Me acusan por haber follado poco. Me acusan por haberme retirado cinco veces el permiso de conducir. Me acusan por estar fichado. Me acusan por haber dejado que me pegaran. Me acusan por haber destrozado los servicios masculinos del antiguo Atenea. Me acusan por haber conseguido dos besos del cantante de Glamour to Kill. Me acusan de haber perdido la virginidad a los veinte años. Me acusan de ser infiel. Me acusan de escuchar mucha música. Me acusan de ser raro. Me acusan de no saber lo que quiero. Me acusan de ser inteligente. Me acusan de tener un coeficiente intelectual de más de 140. Me acusan de pertenecer al selecto grupo que odia la televisión. Me acusan de gustarme la lectura. Me acusan de adorar el cine. Me acusan de correr con el coche. Me acusan de querer con locura a mis hijos. Me acusan de no demostrar lo que siento por mis padres. Me acusan de ser un loco destinado en un mundo de lunáticos. Me acusan de haber enamorado a jovencitas. Me acusan de ser un ser abyecto. Me acusan de tener malas ideas. Me acusan de ser buena gente. Me acusan de ser torpe y manco. Me acusan de no tener control. Me acusan de ser un entregado. Me acusan de no saber escuchar. Me acusan de sentir pasión por la vida de los que me rodean, pero no por la mía. Me acusan de no tener entrañas. Me acusan de no tener respeto. Me acusan de no sentir reparo por nada. Me acusan de ser manipulador. Me acusan de ser irrespetuoso. Me acusan de haber tenido una enfermedad de contagio sexual. Me acusan de no saber enfrentarme a mis miedos, Me acusan de no tener personalidad. Me acusan de necesitar el apoyo constante de alguien. Me acusan de ser un dejado. Me acusan de tener complejos. Me acusan de centrarme poco en mí. Pero sabéis lo que os digo, que me da igual de lo que se me acuse. Mi vida me pertenece y la viviré según mis criterios. Punto y pelota.

4 comentarios:

  1. El cambio de las expectativas de cada día, de los sueños que esperas cumplir un día, de la rutina en la que uno se apoltrona durante años y que cree que nunca cambiará... Ya sabeis, casa, trabajo, familia y amigos, esa que sin darte oportunidad de adaptarte, de pronto se hace añicos por un brusco cambio de la vida y te despiertas a una nueva realidad de la que no quieres ser partícipe, pero ya la vida ha tomado su decisión por ti y tienes que adaptarte una vez más, sobrevivir un día más, intentar ser feliz un día más y a veces está uno está tan cansado de volver empezar...

    He recorrido muchos caminos en 38 años y admito que según me hago mayor, me cuesta más adaptarme a lo nuevo. No me gusta hacer nada ya por imposición, me revienta tener que hacer concesiones, de esas que tengo que hacer a diario con la vida porque no queda otra solución. Te das cuenta que eso de hacer lo que a uno le venga en gana... no existe. Es algo que te vendieron cuando te independizaste y nunca ocurrió. Tomas pequeñas decisiones que crees que no tienen ninguna trascendencia y que marcan para siempre tu vida y así vas viviendo pensando que eres dueño de todo lo que haces, que siempre puedes cambiarlo todo, pero no es verdad. Lo más importante, no puedes cambiarlo a veces, a ti mismo.

    La vida en sociedad tiene de todo menos libertad de ser como uno quieres ser, porque eres castigado si no sigues las normas, esas de las que hay muchas en todas partes y con las personas, si no cumples las expectativas ajenas, si no tienes el aspecto adecuado, si no eres puntual, si no eres políticamente correcto, si no hablas correctamente, si no piensas así o asá, si no eres una persona multitarea a nivel personal y profesional, si no cuidas tu casa, si eres amable con los vecinos, si no vas a la moda, si prefieres una película a una fiesta o un partido de fútbol... si tienes dinero, si no lo tienes, si tienes hijos, si no los tienes, si te casas o no te casas, siempre hay alguien listo para juzgarte, además muchas veces sin conocerte. Sea lo que sea, alguien te va a criticar por ello igualmente.

    Hagas lo que hagas, definitivamente hay que vivir para cumplir las expectativas propias y mandar a todos los demás al carajo.

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  2. Yo siempre me he considerado de esas personas que les resbalaba lo que los demás pensaran de mí. Siempre he actuado según mis criterios, pensando que eran los correctos, he vivido bajo la rutina, que me daba seguridad... pero llega un día en que de pronto de despiertas, ocurre algo y pummm todo cambia, todo tu mundo explota y tienes que salir del fango.
    La gente te juzga, te critica, escuchan versiones que no son ciertas o si, te apoyan o no, pero siempre te acusan, es cierto, te acusan de destrozar tu matrimonio cuando ya estaba roto, de ser egoista cuando lo has dado todo, de ser infiel cuando llevas años siendo una cornuda, en fin, de un millón de cosas... y yo, era de las que me resbalaba todo por las espalda, pero cuando llega este punto, no puedes evitarlo. Sufres, sufres por la injusticia, piensas y te preguntas ¿por qué no me dejáis en paz? ¿por qué no seguís con vuestras vidas?... pues como dice Lisset, la sociedad es así, te van a criticar igual, hagas lo que hagas, dada mi experiencia.
    A mis 38 años también, me he levantado, quitado la venda de los ojos, sacudido el polvo del cuerpo, y he cambiado el rumbo de mi vida en busca de la Felicidad, de mi Felicidad, que más dá solo o acompañado, lo importarte es sentirse bien con uno mismo y estar orgulloso de las metas conseguidas.

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  3. Me quito el sombrero ante tu comentario, amiga Lisset. Más que eso parece una entrada de mi blog. Dices verdades como puños y no puedo más que estar de acuerdo con todo lo que expones. Y el final, apoteósico. 10 de 10.

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  4. Haces bien anónimo amigo. Yo hace tiempo también me sacudí los espantos y sigo mi camino día a día aprendiendo que no todos las situaciones han sido motivadas por obra mía, sino que han intervenido otros factores.

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