domingo, 26 de septiembre de 2010

Partir con una sonrisa


En un instante olvidó el motivo por el cual no quería seguir vivo. No sería el hecho muy importante si no fuera porque ya estaba suspendido en el aire con la única sujeción de una cuerda alrededor de su amoratado cuello. La silla que sostuvo hace un instante sus pies estaba tumbada en el suelo inerte como suele pasar con los objetos inanimados. Hizo acopio de todas sus fuerzas y se sujetó fuertemente a la cuerda mientras con sus brazos intentó sostener el peso de su cuerpo, pero apenas pudo aguantar el esfuerzo unos minutos. En su cara se manifestó el  horror por saberse muerto en condiciones que no le correspondía, pero fue su elección, y aunque se arrepentía de ella, por un amable momento hizo de entrañas corazón y decidió calmar su semblante para disponerse a partir con una franca sonrisa.

2 comentarios:

  1. ...pues ya no había vuelta atrás. : ).

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  2. .. por eso siempre hay que llevar una navaja suiza en la mano para cortar la cuerda que nos ata a lo que sea, a quien sea, por si nos arrepentimos de estar atados a un destino que en realidad no queríamos... besos.

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