martes, 14 de septiembre de 2010

Siete caballeros sin rima



No me tortures con la calma de tus alas,
búscame con la alegría de un canto,
sálvate del ridículo odio que habitan salas
ruidosas donde el ruin encuentra al santo
escribano, portador de noticias oscuras,
lúgubres y de estancias cutres, podridas
de rábanos ocres, sillas de eneas puras
donde se sientan los siete caballeros sin vida
preparando sentencias de muerte y caos sin fin.

Es allí donde las huestes de la vieja dama
persiguen ánimas corrompidas por mudo trajín
en necedades mordaces de estúpida trama
por vivir cuestiones fútiles en tragos largos
mientras firmaban contratos para vender su alma
a lobos con piel de cordero y rápidos cargos.

No es todo lo que parece ser, ni es todo lo que es,
tan solo has de saber que seguir respirando
se considera un halago si su resultado después
de andar lo caminado es por caridad ignorado.

Los enemigos del raciocinio por ventura son
parcos en palabras y brillantes en ignorancia.
Quiere la suerte que les reconozca sin parangón
pues a millones por el mundo andan sin gracia.
Al menos se me ha concedido el don de la letra,
es mi salvación, mi pasión, mi Diosa Electra.

Quiromántico

No hay comentarios:

Publicar un comentario