miércoles, 6 de abril de 2011

Letanías de Satán



Oh tú, el ángel más hermoso y por ello
el más sabio.

Dios ajeno a la suerte y ayuno de alabanzas,
¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Príncipe del exilio, a quien aborrecieron, y que
vencido aún te alzas con más fuerza,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Tú que todo lo conoces, oh gran rey subterráneo,

familiar médico de la angustia humana,
¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que incluso al leproso y a los parias más bajos
solo por amor muestras el gusto del Edén,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Oh tú que de la muerte, tu vieja y constante amante,
engendras la Esperanza- ¡esa adorable demente!

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Tú que das al perseguido esa orgullosa mirada
que en torno del cadalso condena a un pueblo entero.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria! Tú,
que en el corazón de las putas enciendes el culto
por las llagas y el amor a las mortajas.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Báculo de exiliados, lámpara de creadores,
confidente de ahorcados y de conspiradores.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Padre adoptivo de aquellos que, en su cólera,
del paraíso terrestre arrojó Dios un día.
¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Oración:
Gloria y loas a ti, Satán, en las alturas del cielo donde reinas y en las profundidades del infierno en el que sueñas, vencido y silencioso, haz de mi alma, bajo el Árbol de la Ciencia, cerca de ti repose, cuando, sobre tu frente, como una Iglesia nueva sus ramajes expandan.
Charles Baudelaire

No hay comentarios:

Publicar un comentario